Bajo la superficie

El océano está formado por miles de especies, todas ellas igualmente importantes para la conservación de todo el ecosistema marino. Silje Ramsvatn, directora de sostenibilidad de Cermaq Noruega, afirma que su fascinación por la vida bajo el agua no hace sino reforzar su compromiso con el cambio climático.

"Desde muy joven me ha interesado mucho la naturaleza y especialmente el océano. Esta fascinación me llevó a hacer carrera como bióloga marina", dice Ramsvatn.

Esta pasión por explorar la vida bajo el agua le ha llevado a ser una buceadora activa durante más de 20 años.

"Me encanta ver animales en su hábitat natural y he tenido la suerte de ver algunos animales increíbles mientras buceaba, como tiburones ballena, tortugas, mantas toro y mantarrayas. También tenemos muchos nudibranquios en el mar, justo delante de nuestra casa, aquí en Steigen (Noruega)", dice Ramsvatn.

Al estar cerca del océano, tanto por ocio como por trabajo, Ramsvatn ha visto los efectos de la crisis climática de primera mano.

"Mi compromiso con el clima no sólo tiene que ver con algo que me apasiona, sino también con lo que se necesita para actuar. Me preocupa seriamente el futuro de nuestro planeta y de nuestros hijos. Me preocupa la pérdida de biodiversidad, el desequilibrio del ecosistema y la desaparición de los grandes peces del océano, dejándonos sólo con especies limitadas", afirma.

Teniendo en cuenta lo que Ramsvatn observa a diario en su trabajo, es fácil entender por qué su preocupación es tan grande y por qué su ambición de actuar es tan fuerte.

"Estamos viendo cambios en nuestros océanos, como el gran brote de algas tóxicas de 2019, que provocó la muerte de muchos salmones. Otros efectos más evidentes del cambio climático que estamos notando son el aumento de la temperatura, un clima más extremo y veranos secos. La sequía es muy mala para la producción en agua dulce, y las tormentas pueden ser difíciles para los lugares expuestos en el mar", explica Ramsvatn.

Los brotes de medusas han ocurrido muchas veces en los últimos años, y posiblemente podrían ocurrir con más frecuencia en el futuro. Esto es arriesgado porque las medusas pueden pegarse a las redes o los salmones pueden provocar el agotamiento del oxígeno, o incluso hacer que los corrales de las redes se hundan. Aunque se trata del peor de los casos, se puede afirmar que un exceso de medusas no es bueno para los ecosistemas marinos ni para la acuicultura en general.

La erradicación de cualquier parte del ecosistema, desde el fitoplancton más pequeño, el bosque de algas hasta el bacalao más grande, las ballenas y los tiburones, hará que la compleja red de componentes biológicos y físicos sea menos sólida. Además, hará que sea más probable un colapso total por cualquier otro " estímulo", como la acidificación de los océanos", explica Ramsvatn.

Recientemente, Cermaq Noruega fue requerida legalmente para mapear los corales de aguas frías en las áreas que rodean sus instalaciones.

"Como los fiordos son tan profundos aquí en Noruega, todavía sabemos muy poco sobre ciertas zonas del océano. Sin embargo, los robots submarinos con cámaras nos permiten explorar más allá. En el proceso, hemos encontrado un montón de nuevos corales de agua fría", dice Ramsvatn.

Los corales son muy importantes para el ecosistema marino porque crean una gran biodiversidad. Representan hábitats para que prosperen muchas especies diferentes.

"Al mismo tiempo, estos nuevos descubrimientos plantean la interrogante de si los corales se verán afectados negativamente por las operaciones de Cermaq y, de ser así, qué tendremos que hacer para protegerlos. Es algo que estamos estudiando en colaboración con las autoridades e investigadores noruegos".

"Uno de los impactos de la producción industrial de alimentos que se conoce bien es el efecto de los residuos orgánicos sólidos creados por la piscicultura, principalmente a través de las heces de los peces. Hoy en día se desperdicia poco alimento gracias a la avanzada tecnología de alimentación. Nuestras prácticas pretenden lograr un equilibrio para que el medio ambiente oceánico sólo reciba lo que puede asimilar para mantenerse sano a lo largo de un ciclo de producción", afirma Ramsvatn.

Afortunadamente, hemos avanzado mucho en la reducción del uso de productos farmacéuticos a casi cero.